Cuando en el mundo la construcción de "peligrosos enemigos" es materia cotidiana, una misión de la NASA apunta a los enemigos del futuro, los asteroides. Este lunes la agencia espacial estadounidense intentará algo que nunca antes se había hecho: desviar la trayectoria de un asteroide estrellando contra él una nave kamikaze, en una prueba de "defensa planetaria" que, según asegura la propia NASA, debería permitir "proteger mejor" a la Tierra de una eventual "amenaza futura". La misión de redirección de asteroides DART (dardo, en inglés) despegó en noviembre desde California. Después de diez meses de viaje, la nave espacial debería chocar contra el asteroide Dimorphos a las 23.14 GMT del lunes (20.14 de Argentina), a una velocidad de más de 20.000 kilómetros por hora.