El autorretrato de Frida Kahlo titulado “Diego y yo” fue comprado por el empresario argentino Eduardo Constantini por 34,9 millones de dólares en una subasta organizada por la casa de remates Sotheby 's en Nueva York. La obra se convirtió en la más cara del arte latinoamericano, destronando a "Baile en Tehuantepec", un cuadro del muralista Diego Rivera, compatriota y pareja de Kahlo, que en 2016 había sido adquirido también por el fundador del Malba en 15,7 millones de dólares.