La flamante primera ministra británica, Liz Truss, en su discurso frente a las puertas negras de Downing Street, nombró a la monarca como la roca de la Gran Bretaña moderna y le adjudicó a su reino el crecimiento y la estabilidad de su país. La primera ministra resaltó el trabajo de la reina en la Mancomunidad de Naciones, los 54 países independientes y semiindependiente que comparten relaciones históricas con el Reino Unido. “Es una día de una gran pérdida, pero la Reina Isabel II deja un gran legado. Hoy la Corona pasa, como lo ha hecho por más de mil años, a un nuevo monarca, a un nuevo Jefe de Estados, su majestad Carlos III. Con la familia del rey, lloramos la pérdida de su madre y de la misma manera que la lloramos, debemos unirnos para apoyarlo, para ayudarlo a encarnar la gran responsabilidad que ahora carga por todos nosotros. Le ofrecemos nuestra lealtad y devoción”, expresó la primera ministra conservadora en apoyo al nuevo monarca.