Aquel día, la multitud que llenaba del Estadio Azteca, en un caluroso mediodía en Ciudad de México, fue conmovida por una de las más bellas jugadas creadas alguna vez en el deporte más popular del mundo. Unas 115 mil personas observaron, sin poder creerlo, una apilada y un desparramo de jugadores ingleses que trataban de frenar la carrera endemoniada de Diego hacia el gol. Fueron casi 11 segundos que conmovieron al país, y quedaron grabados para siempre en la memoria de los argentinos y las argentinas. Quienes lo vieron en vivo, y quienes lo supieron desde que nacieron, y que ahora gracias a la hiper-difusión de videos, pueden revivirlo a un solo clic de distancia.