Zoë Kravitz protagoniza este thriller tecnológico dirigido por el incontenible Steven Soderbergh. Un crimen registrado por software, una empresa que oculta sus intenciones y una mujer con agorafobia dispuesta a salir de su encierro y buscar la verdad. Además del suspense hay claras referencias al escenario post Covid y una crítica hacia los gigantes hightech. O cómo el realizador de Traffic hizo su propio especial Black Mirror y Días Extraños (Kathryn Bigelow, 1995).