Desde las 11 30, la plazoleta ubicada frente al Palacio, en Lincoln al 4300, se empezó a poblar de guardapolvos blancos de la comunidad educativa organizada. "El Palacio es de la comunidad sorda", "¿es más importante el turismo que la educación?", se leía en los carteles cuando, al grito de "las llaves no se entregan", representantes de la comunidad ingresaron a la reunión con el objetivo de defender el edificio que, junto a la sede que funciona a su lado, forma parte de la escuela.