Miles de trabajadores británicos, incluyendo profesores, empleados del sector público, médicos, conductores del subte de Londres y periodistas de la BBC, iniciaron este miércoles una huelga en reclamo de mejoras salariales. Los trabajadores exigen un aumento para compensar la suba de precios de los bienes y servicios, los alimentos y la energía después de que sus ingresos quedaran muy retrasados respecto a la inflación, que superó el 10,5 por ciento anual, la tasa más alta en cuatro décadas. En coincidencia con la jornada de protesta, el gobierno británico anunció que invertirá 94 mil millones de libras (unos 113 mil millones de dólares) en dos años para apuntalar el poder adquisitivo.