En medio de los tractores y las fotos que los dirigentes de Juntos por el Cambio se sacaban con los ruralistas arriba de camionetas 4x4, en Plaza de Mayo el sábado también tuvo lugar una "intervención" cargada de violencia que consistió en colgar de las rejas de la pirámide de Mayo, donde históricamente realizaron sus rondas las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, distintos muñecos negros con una soga al cuello, simulando ahorcamientos. Las bolsas con forma de cuerpos tenían pegadas las caras de diversos dirigentes sociales, funcionarios del gobierno --entre los que estaban el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner-- políticos de izquierda y también referentes de los organismos de Derechos Humanos.