En 1993 Calamaro hizo un viaje relámpago a Buenos Aires y editó Grabaciones encontradas (Volumen 1). En palabras del músico, "es mi legado íntimo, están algunas cosas que siempre quise publicar y que amenazaban con petrificarse en un imaginario cofre de grabaciones perdidas". El volumen incluyó el éxito No se puede vivir del amor.