Cuando el 9 de mayo de 1951, la Selección Argentina dirigida entonces por Guillermo Stábile fue a jugar a ese templo del fútbol, sintió que estaba visitando el hogar de sus padres. Y de la transmisión del partido que hizo Luis Elías Sojit por Radio Belgrano, surgió ese apodo que bautizó para siempre a Miguel Angel Rugilo, el arquero de la Selección, que tuvo una actuación sobresaliente. Mario Boyé puso en ventaja a la Argentina en el primer tiempo y luego, Inglaterra bombardeó el área argentina que Rugilo defendió con grandes atajadas. En los diez minutos finales, Stan Mortensen y Jackie Millburn sellaron la victoria inglesa. Pero Rugilo se retiró en andas de sus compañeros ovacionado de pie por los 100 mil espectadores. Formación: Rugilo, Colman (Allegri) y Filgueiras; Yácono,Faina y Pescia, Boyé, Méndez, Bravo, Labruna y Loustau.