Adrián Suar lo hizo de nuevo. Volvió a construir una película usando las herramientas que ya demostraron ser efectivas en los nueve títulos que lo tuvieron como protagonista desde el estreno de Comodines, el olvidado blockbuster nacional de 1997. 25 años en los que este actor y productor se puso a las órdenes de cineastas como Juan Taratuto, Diego Kaplan, Daniel Barone o Marcos Carnevale y que le permitieron adquirir la experiencia y confianza necesaria para convertirse en artífice total de sus trabajos en el cine. Porque si alguna novedad le aporta a su filmografía el estreno de 30 noches con mi ex es la de marcar su debut como director. Un dato que puede resultar sorprendente, porque, en virtud de la coherencia narrativa y homogeneidad estética de esas nueve películas, no sería raro que alguien pudiera creer que todas fueron dirigidas por la misma persona.