Por primera vez, un partido de Copa del Mundo se define por penales. Ocurre en la semifinal entre Alemania Federal y Francia en España. El cotejo disputado en Sevilla es uno de los más vibrantes y dramáticos en la historia de los mundiales. El primer tiempo termina 1 a 1. En la segunda mitad, el arquero alemán Harald Schumacher carga contra Patrick Battiston. El jugador galo queda inconsciente, con tres dientes menos y varias vértebras lastimadas. Sale en camilla y el árbitro ni siquiera amonesta a Schumacher. Van al suplementario: Francia se pone 3 a 1, pero Alemania consigue empatar y se produce la inédita definición. En los penales, los germanos ganan 5 a 4 y consiguen el pase a la final.