Después del intento de asesinato por parte de Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte dio una nota a Telefé, donde intentó desligarse del agresor y dijo que los dos días previos no había visto a su novio, con quien vivía en el domicilio donde fueron halladas cien balas compatible con el arma utilizada por el agresor. Los investigadores le intervinieron el teléfono y junto con lo que detectaron en las imágenes incorporadas a la causa la jueza ordenó la detención. Poco antes de ser apresada en la estación de trenes de Palermo, a las 22.35 del domingo hizo un vivo en Instagram donde tuvo algunas expresiones llamativas: "No le manejaba las redes, no éramos tóxicos ni veíamos lo que hacía el otro", fue parte de lo que dijo, quizá porque cuando fueron borradas las redes sociales del atacante todas las miradas apuntaron hacia ella; "tal vez era una pistola de agua ¿Quién sabe?", agregó. No pensé que pudiera hacer algo así". De su celular surgiría algo muy diferente, incluso orgullo por lo que el hombre hizo.