En Dnipro, gran urbe industrial al oeste y hasta ahora considerada un refugio para los civiles procedentes de Jarkov o Zaporiyia, las sirenas de alarma retumbaron durante cinco horas, por primera vez desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero. La situación sigue siendo dramática en Mariupol, una estratégica ciudad portuaria asediada por los rusos, pese a que por primera vez en días, unos 160 vehículos pudieron salir a través de un corredor humanitario.