En declaraciones televisivas, Soratti, además de desacreditar a Milei, remarcó: "No hay ningún país del mundo donde los trasplantes sea un mercado como cualquier otro". Y aseguró que "el sistema de trasplantes de órganos en la Argentina funciona con una alta confianza por parte de la sociedad y una actitud solidaria muy positiva". De hecho, aclaró que "cada día se realizan entre cinco y seis trasplantes" en el país. Por otro lado, el funcionario sostuvo que existe un andamiaje normativo que permite que los programas de ablación y trasplantes "tengan continuidad y crezcan". Acerca de si dejarlos a merced de las reglas del mercado mejoraría el mecanismo actual, como propuso el diputado ultraliberal, Soratti definió: "Este tema atrasa un siglo, desde el debate bioético que desarrolló la historia del trasplante de órganos". Y agregó: "En ese tiempo, la causa mayor del requerimiento de un trasplante era el fallo renal, que tiene aún hoy la lista de espera más importante. La extracción de un órgano de un individuo sano era considerado un delito en cualquier país del mundo, por eso todos los países desarrollaron regulaciones específicas para regular el trasplante y garantizar la continuidad de su desarrollo".