Si las costumbres del fútbol le conceden a un jugador que marca tres goles en un partido, el privilegio de llevarse la pelota a manera de homenaje, nadie lo hizo más rápido que Eduardo Andrés Maglioni. El 18 de marzo de 1973, hace 50 años, el delantero santafesino de Independiente le marcó tres tantos a Gimnasia en un lapso casi irrepetible e increíble de 1 minuto y 51 segundos. Fue en Avellaneda, por la tercera fecha del torneo Metropolitano de ese año y semejante prodigio de rapidez y eficacia derivó en una victoria roja por 4 a 0. Y en un record mundial que figura todavía en el Libro Guinness y acaso nunca podrá ser batido. "Cierro los ojos y ese partido lo recuerdo siempre" dijo alguna vez Maglioni. Y no es para menos. Nunca antes y nunca después en la historia del fútbol, un jugador hizo tantos goles en tan escaso tiempo. El primero sucedió a los cuatro minutos de la segunda etapa: Agustín Balbuena sacó un centro desde la derecha, Alejandro Semenewicz la bajó de cabeza y Maglioni, entrando por el medio del área, con una mediavuelta de derecha batió a Daniel Guruciaga, el arquero de Gimnasia que esa tarde reemplazaba a Hugo Orlando Gatti.