Las imágenes y carteles que recuerdan al escritor y periodista Rodolfo Walsh en la estación de subte que lleva su nombre fueron vandalizados por un grupo de militantes de una corriente interna del PRO, identificados como “Jóvenes Republicanos”. El hecho fue repudiado como "una conducta provocadora y negacionista" propia de "un grupo fascista". Los militantes pertenecen a Unión Republicana, un brazo del partido cuya presidenta es la ex ministra Patricia Bullrich y sigue liderado por Mauricio Macri. En sus redes sociales difundieron un video del momento en el cual realizaron una pegatina a lo largo del andén acusando a Wals de “asesino”, en lo que configura una reversión de la Teoría de los dos demonios.