En ese sentido, mientras empresarios, políticos, militantes, cholulos y curiosos seguían el ritmo de la avanzada de estos dirigentes, causó impacto un grito de Espert en Plaza Independencia: "¡Cornejo puto!", que no consiguió mayores vivas de parte de la concurrencia, pero que sí marcó un dato: las fuerzas libertarias más que luchar contra el kirchnerismo, llegan para socavar la base de quienes gobiernan Mendoza.