El gobierno de Israel dio el primer paso para demoler la casa familiar de un joven palestino que días atrás mató a tiros a siete personas y la de otro que hirió a dos más en un ataque separado, en medio de una preocupante ola de violencia. Otros dos palestinos murieron el domingo debido a los disparos de las fuerzas de seguridad israelíes, mientras se produce la llegada a la región del jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, con el objetivo de mediar entre las partes.