Marvel está yendo hacia un lugar que nadie, ni siquiera sus cabecillas, sabe cuál es. Hay razones empresariales para la falta de un norte, como la eyección de la productora argentina Victoria Alonso y los recortes presupuestarios en Disney. Y otras artísticas: dado que las series de Marvel fueron una de las principales armas para entrar a la guerra del streaming, no es descabellado pensar que el foco creativo se haya corrido hacia allí, desplazando a las películas a un segundo lugar. Por si fuera poco, desde Avengers: Endgame están a la búsqueda de una impronta y tono propios, además de un personaje que tenga aquello que tenía Iron Man: un carisma a prueba de todo y la espalda suficiente para bancarse un universo girando a su alrededor. El resultado de ese rio revuelto es una etapa bipolar en la que conviven películas imposibles (Eternals y Ant-Man and the Wasp: Quantumania), una discreta (Pantera Negra: Wakanda por siempre), otra correctita aunque sin fuerza (Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos) y, ahora, la muy buena Guardianes de la Galaxia Volumen 3, saga que nada casualmente nació en épocas más rumbeadas de la compañía. Tan raras están las cosas en Marvel que una de sus películas más humanas tiene como protagonista central a un mapache parlanchín, el mismo que en la primera escena, siendo bebé, es sacado de la jaulita por una mano que cambiaría su vida. Porque el bueno de Rocket no siempre fue como es ahora, cuando es parte de ese grupo de descastados integrado por un árbol, una chica con rasgos asiáticos y antenitas tipo caracol, un forzudo con caja torácica tamaño Fitito, una criatura azul y un humano que huyó de casa de chico y desde entonces vaguea por la galaxia. Grupo que aquí, como lo promociona Disney en sus materiales de prensa, tendrá su “último baile”. Un baile con espíritu de aventura cachivachera, y con la camaradería y la lealtad como tópicos centrales. Hay acción y la habitual batería de efectos visuales, pero también una bienvenida dosis de emotividad durante el viaje a los orígenes de Rocket.