el francés Alain Guiraudie trajo a la sección Panorama de la Berlinale una película tan original e inclasificable como sus dos anteriores, esa obra maestra que sigue siendo El desconocido del lago (2013) y Rester vertical (2016), lamentablemente nunca estrenada en nuestro país. Su nuevo aporte se titula Viens je t’emmène (Vení que te llevo) y parece precisamente eso, un viaje impredecible que tiene lugar en cinco cuadras a la redonda en una ciudad de provincia de Francia que ostenta en su plaza central una estatua del líder galo Vercingetorix.