Ninguno de los que va a participar de Real self sabe a ciencia cierta con qué se va a encontrar, y esa intriga es parte de su atractivo. A medida que el ¿público? se va acercando al Centro de Convenciones cercano a la Facultad de Derecho se escucha todo tipo de expectativas. Que quizá sea una orgía; quizá un boliche en el que se baila con máscaras; que quizá haya sacrificios humanos… la incertidumbre es total, se combina con incomodidad y hasta con cierto temor. Y la incomodidad y el temor salen del cuerpo en forma de risas compartidas en la espera. “¿Es un show? ¿Es un juego? ¿Es una fiesta?”: estas preguntas aparecen en la página web de Real Self. No hay respuesta concreta para esos ítems: “Es lo que vos querés que sea”. El título va acompañado por una definición que orienta un poco más, también en inglés. “A human inmersive experience”, es decir, “una experiencia humana inmersiva”. La recomendación es ir con ropa cómoda. Se advierte que quienes participen permanecerán 75 minutos de pie y que la experiencia es apta sólo para mayores de 16 años.