En el internado de la escuela agro-técnica Las delicias, en medio del campo argentino, conviven más de cien niños. Durante el año, además de las materias obligatorias, aprenden actividades referidas a la labor de campo. Una doctora y otros miembros del personal de la escuela se prestan a escuchar los problemas diarios respecto a las malas conductas, las dolencias físicas y el deseo de volver a sus hogares. En esa escuela, alejados de sus familias, vivirán el fin de su niñez y el comienzo de su juventud.