El Ángel de la Muerte | Tráiler oficial | Netflix

No puede empezarse esta crítica sin una advertencia: es imposible escribirla sin "espoilear", ya que es la propia película la que "espoilea" quién es el asesino, allá por la mitad de su recorrido. El ángel de la muerte, cuyo título original es casi el contrario (The Good Nurse), se basa en el caso real, muy difundido, de un enfermero que confesó haber asesinado a veinticuatro pacientes de distintos hospitales, aunque se cree que pueden haber sido cuatrocientos. La película devela de quién se trata y de ahí en más el único interés radica en saber cómo van a hacer los investigadores del caso en arrancarle una confesión, aunque esto sea claramente poco interesante. Amy (Jessica Chastain) es una enfermera y madre soltera de dos niñas, que descubre que tiene una condición cardíaca. Pero debe mantenerla oculta ante las autoridades del hospital, ya que develarla implicaría perder el puesto, un lujo que Amy claramente no se puede dar. A poco de andar se presenta en el hospital un nuevo enfermero, Charles Cullen (Eddie Redmayne), de aspecto angelical y dispuesto no solo a cubrir a Amy, sino a darle una mano con las hijas, a quienes en sus horas de trabajo Amy no puede atender, ya que no cuenta con los medios para contratar a alguna cuidadora. Una paciente que se hallaba en condiciones estables muere por exceso de insulina, y Amy, sorprendida, decide investigar. No pasa mucho tiempo antes de que descubra que el amable Cullen pasó por nueve hospitales antes de llegar a éste.