El presidente Alberto Fernández arribó a la calurosa y paradisíaca isla de Bali a la tarde (mañana en la Argentina), después de atravesar unos 12 mil kilómetros por el aire desde la ciudad de París. Aquí lo recibieron en el aeropuerto Denpasar- Ngurah Rai el embajador argentino, Gustavo Torres, y el ministro de Turismo y Economía Creativa, Sandiaga Uno. Los 35 grados y la humedad hicieron sentir pesados los trajes de los funcionarios, que contrastaban con las vestimentas coloridas que llevaban las jovenes balinesas que homenajearon a Fernández con el baile “Tari Pendet “, típico de la isla. Durante los próximos dos días el Presidente participará aquí de la cumbre del G20.