En la obra Presta interpreta a Fernando, un cuarentón que (todavía) vive con su madre y quiere presentarle a Leticia, su novia feminista (Vicky Almeida) a Victoria, su madre tradicionalista (Graciela Tenenbaum) en la cena de Nochebuena para contarle una importante noticia. Una temática repetida pero que en Mi madre, mi novia y yo está muy bien resuelta en la justeza del guión, la dinámica de la dirección, y las excelentes actuaciones del trío sobre el escenario. Una guerra fría entre dos mujeres con posiciones (e ideas) opuestas, que crecieron en contextos diferentes que forjaron sus personalidades y sus conductas pero que sin embargo pueden dialogar, en la que Fernando es tironeado de ambos lados e intenta hacer equilibrio tambaleándose cada vez que abre la boca por ocultarle cosas tanto a su novia como a su mamá.