No es poco lo que comparten Infinity Pool, tercera película de Brandon Cronenberg, hijo del gran David Cronenberg, con la muy popular, muy premiada y muy sobrevalorada El triángulo de la tristeza, del sueco Ruben Östlund, ganadora de la Palma de Oro en Cannes 2022 y multinominada a los premios Oscar este año. La acción de ambas transcurre en un paraíso vacacional para gente rica y sus protagonistas pertenecen a esa clase social, además de acarrear cierta indolencia y algunos traumas. Las dos también funcionan a partir de un crescendo dramático que acaba por desbordar los límites de lo real. Por último, una y otra proponen un juego de tortura de doble vía, en el que las víctimas resultan estar tanto a un lado como al otro de la pantalla.