Lo inevitable es una película sobre gente chiflada a la que, sin embargo, le falta locura, desquiciarse junto a esos personajes que creen a pies juntillas que el Final (así, con mayúsculas) está cerca. Cruza del ideario de El cuento de la criada, con los hombres supuestamente mandatados por Dios –o algo así– para timonear los destinos de las mujeres, y del sectarismo místico-alucinatorio de Midsommar, de Ari Aster, las primeras acciones de la película del realizador Fercks Castellani adscriben rápidamente al modelo narrativo del terror religioso al mostrar la llegada de una familia a un caserón abandonado en medio de la nada luego de que el auto en el que viajaban choca en plena noche.