Película extraña, Sola, que cruza el ideario de los dramas domésticos bélicos –aquellos en los que los protagonistas atraviesan una serie de experiencias hogareñas vinculadas a una guerra de la que solo llegan ecos, heridos y locos– con las coordenadas narrativas del thriller psicológico, no sin antes imprimirle una impronta coyuntural vinculada con la maternidad y la violencia de género.