Un fuego que abrasa, gritos desesperados, la imagen de un grupo de mujeres jóvenes observando el horror. Una de ellas gira la cabeza y su mirada parece atravesar el lente de la cámara y, por extensión, la pantalla, coincidiendo con los ojos del espectador. ¿A quién observa, desconcertada, Joanne? La solución al enigma llega noventa minutos después, cuando Los cinco diablos, el segundo largometraje de la realizadora francesa Léa Mysius, termina de desenrollar el extraño y fantástico ovillo de su relato, que parte desde el presente para revivir los rastros del pasado a través de Vicky, una chica de diez años con poderes más que especiales. Joanne, la madre de la extraña Vicky, tiene el inconfundible rostro de Adèle Exarchopoulos, una de las actrices más renombradas del cine galo contemporáneo, que no ha dejado de aportar su talento en títulos diversos desde el encandilador papel de Adèle en el film de Abdellatif Kechiche, La vida de Adèle.