No todo lo que brilla es oro es un aforismo que aplica perfecto al matrimonio compuesto por Nacho (Leonardo Sbaraglia) y Lucía (Julieta Díaz). Es probable que nueve de cada diez personas que los vean sin conocer la interna piensen que se trata una pareja digna de una publicidad: facheros, una buena casa, un trabajo como productor de series para él y como dueña de un restaurant para ella, un lindo auto, una hija… Pero puertas adentro las cosas son distintas, con Lucía hastiada de una vida laboral y amorosa que no las satisfacen y Nacho manejando altísimos niveles de alienación a raíz de un proyecto con Natalia Oreiro como protagonista a punto de cerrarse. Una escapada a navegar en un coquetísimo yate junto a un amigo de él y su joven pareja (Marco Antonio Caponi y Zoe Hochbaum) debería funcionar como un paréntesis de la rutina, pero terminará marcando un quiebre de consecuencias inimaginables. ¿Qué consecuencias? Para saberlo habrá que acercarse a salas desde el jueves, cuando llegue a la cartelera comercial Asfixiados.