El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, consideró este martes "una desgracia" que Rusia haya renunciado a renovar los acuerdos del mar Negro, que permitían la exportación de cereales ucranianos, e instó a "buscar soluciones" porque mucha gente va a sufrir hambre. "Es una desgracia que Rusia no haya querido renovar ese acuerdo. Eso se va a saldar en términos de mucha gente sufriendo hambre. Hay que buscar soluciones", dijo Borrell a la prensa a su llegada a una reunión de líderes socialdemócratas europeos y latinoamericanos en Bruselas previa a la segunda jornada de la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac). Pero la decisión de Moscú no pilló de improviso al jefe de la diplomacia europea, según dijo. "No fue una sorpresa, nos lo temíamos", aseguró.