Con la liberación de Milán y Turín por parte de los partisanos, cae el fascismo en Italia. El régimen de Mussolini es derrotado, horas antes de la caída del nazismo en la Segunda Guerra. El dictador apenas sobrevive 72 horas a la derrota de su dictadura, iniciada en 1922. Hubo un interregno, luego de su caída en julio de 1943 y el arresto del que lo rescataron los comandos alemanes, tras lo cual en septiembre de ese año creó la República de Saló, un estado títere de los nazis. El triunfo partisano hará que Italia abandone la monarquía, que se mantuvo como fachada durante los años del fascismo, se instaure una república y se promulgue una Constitución.