Desde Los olvidados hasta Pizza, birra, faso (y contando), parte del cine latinoamericano se ha hecho cargo del problema de la juventud marginalizada, lo cual no tiene nada de raro, teniendo en cuenta que se trata de uno de las consecuencias más visibles de la pobreza de la región. A esa producción se suma ahora el film colombiano Los reyes del mundo, ganador de la última Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y nominada al Oscar por su país. En este caso se trata de Rá, Cuebro, Sere, Nano y Winny, cinco chicos de la calle de padres ausentes, que se dedican a pequeños actos de pillaje en Medellín, alguna aspiración de pegamento y alguna muestra de rebeldía violenta. Hasta que el primero de ellos recibe la noticia de que es el beneficiario de un acta de restitución del solar de su abuela, mecanismo ideado por el gobierno colombiano para devolver las tierras incautadas durante el conflicto armado que asoló las regiones más alejadas del país durante medio siglo. De allí en más los cinco viajarán como sea (en bicicleta, en camión, a pie), para hacer valer el derecho de Rá, que lleva la escritura respectiva como un papel sucio y arrugado en un bolsillo. Es de sospechar cómo recibirá la burocracia ese documento, tras lo cual los cinco chicos (reducidos ahora a tres) proseguirán su viaje, sin hacer mucho caso de las trabas oficiales.