Drácula: mar de sangre, nueva película de André Øvredal, en realidad no es tan nueva. El proyecto tiene más de 15 años y por él pasaron casi media docena de directores, antes de que el cineasta noruego se hiciera cargo del timón. Incluso Viggo Mortensen estuvo vinculado al mismo durante dos años, hasta que debió bajarse debido a las demoras que afectaron su desarrollo. Se trata de un nuevo abordaje de la popular obra del británico Bram Stoker, una de las novelas más adaptadas al cine, aunque en este caso la película pone en escena sólo un capítulo del libro: el n° 7.