“Es un bolso llena de carteras. Tal vez así empezó todo”. La frase, pronunciada durante el particular drenaje de una casa atestada de basura, prende y le regala su título a la opera prima de Leonardo Petralia. El documental registra un particular proceso creativo con un origen aún más singular. Bailarina y coreógrafa, Celia Argüello Rena mantiene con su madre Noemí una relación compleja, de aristas que pueden adivinarse afiladas, incluso un tanto traumáticas. Es que el hogar de Noemí, una casa de dos plantas con patio y galpón, está repleta de objetos y desechos que la mujer acumula, no sin cierta lógica secreta. Botellas de gaseosa, bolsas de plástico, telas, adornos, calendarios antiguos, alguna imagen religiosa y un calefón que no funciona se superponen y forman montículos en el living, la cocina y el resto de las habitaciones, como si fueran pequeños altares, junto a frutas y otros alimentos en descomposición.