Desde Araraquara, en el interior de San Pablo, Lula fustigó a los "vándalos nazis" que desataron la "barbarie en Brasilia" y prometió que los reponsables serán identificados y detenidos. Con evidente enojo y sin dar margen de dudas se refirió a Bolsonaro como un "genocida" y lo acusó de "estimular la invasión a los tres poderes" algo que hizo "siempre que pudo". "Esto es responsabilidad de él", remató. El presidente anunció su decisión de regresar a la capital lo antes posible y ordenó la intervención federal de la seguridad, ante la omisión de la policía brasiliense, de sabida simpatías por Bolsonaro.