En Belo Horizonte, Alemania aplasta a Brasil por 7 a 1 en la semifinal de la Copa del Mundo. Es la mayor paliza que recibe Brasil en su riquísima historia mundialista, y una de las goleadas más abultadas de los mundiales. Los teutones marcan cinco goles en la primera media hora y avanzan a la final en la que se miden con la Argentina de Lionel Messi. Oscar decora el resultado con el único gol local en el último minuto.