La Comisión Interamericana de Derechos Humanos llega a la Argentina en el marco de la dictadura militar. Los comisionados se instalan en Buenos Aires y luego en Córdoba y en Tucumán, y recogen 5580 denuncias sobre los crímenes cometidos por los represores. Permanecen en el país hasta el 20 de septiembre, en medio de la hostilidad de la prensa adicta. El informe de la CIDH, publicado en abril de 1980, constata la existencia de desaparecidos y masivas violaciones a los derechos humanos.