La celebración de los futbolistas y cuerpo técnico de Barcelona en el propio campo de juego se vio empañado cuando un puñado de barras del Espanyol saltaron al césped para impedir que den la vuelta olímpica y obligando a los protagonistas a escapar desesperadamente hacia los vestuarios. Con la derrota, Espanyol continúa en zona de descenso, con 31 puntos; en la penúltima posición, a tres de Getafe (34), que por ahora es el último conjunto que retrocede a la Segunda división.