Se formaliza la reunificación de Alemania, a 45 años de la división generada tras el fin de la Segunda Guerra. Alemania del Este deja de existir, once meses después de la caída del Muro de Berlín. La República Federal de Alemania, con capital en Berlín, y gobernada por el demócrata cristiano Helmut Kohl, emerge como una potencia mundial.