El reto de liberar un río dominicano de ocho colosos que yacen en su lecho

Ocho colosos de metal yacen en el lecho del río Ozama, algunos desde hace tres décadas, contaminándolo e impidiendo la navegabilidad de la que fuera arteria pluvial de la capital dominicana, en cuya superficie ya se trabaja en el desguace del herrumbroso buque Bel Divina Pastora. El desmantelamiento del barco, de 92 metros de eslora, es solo el principio de los trabajos para rehabilitar el río, enfermo de recibir basura y albergar desechos contaminantes, como los pecios que en su día eran el transporte de azúcar y cemento.