La décima manifestación de la Diada celebrada este sábado en Barcelona volvió a ser un éxito de afluencia a pesar de las circunstancias: la pandemia y la falta de unidad que sufre el independentismo. Un hándicap este último que se pudo comprobar en la marcha de ayer, que sin embargo volvió a mostrar un músculo perdido por la covid, con 400.000 personas en la calle según la Assemblea Nacional Catalana (ANC), 108.000 según la Guàrdia Urbana.